?Censura De Prensa En Nicaragua?

Sacan del 2 a Arellano
De manera indirecta, el Gobierno de Daniel Ortega logra cerrar el programa El Dos en la Nación
Extraoficialmente se habla de que “fue una decisión de carácter administrativo”.
María José Uriarte

fUENTE;AquiNicaragua.com
politica@laprensa.com.ni

Fuertes presiones de parte del Gobierno del presidente Daniel Ortega y sus medios habrían derivado en que la administración del Canal 2 haya decidido rescindir el contrato que tenían con el presentador Jaime Arellano para su programa El Dos en la Nación. Arellano en las últimas semanas ha sido blanco de una campaña negra, de parte de medios oficialistas como Canal 4 y Radio Ya y del propio presidente Ortega.

LA PRENSA intentó comunicarse con Arellano, pero una persona que se identificó como su chofer respondió que su jefe se encontraba en una reunión y que transmitiría el mensaje de que intentábamos hablar con él para conocer su versión, no obstante, cuando se intentó nuevamente llamarlo, no contestó su celular, ni devolvió las llamadas. Tampoco se pudo contactar a los dueños de Canal 2, Octavio Sacasa y Marta Pasos de Sacasa.

En las dos últimas semanas, la campaña que los medios oficialistas impulsan contra Arellano, a quien llaman “el gordo diablo”, se extendió a los propietarios del canal, a quienes se les acusaba en dichos medios de “haberse robado el canal”.

LICENCIA PARA EL CANAL ESTÁ PENDIENTE

De manera coincidente, dentro de muy poco tiempo se vence el período de vigencia que tiene el Canal 2 de su licencia para transmitir su señal abierta, lo que implica que debe renovarse el permiso.

Se conoce que la solicitud de renovación de la licencia de transmisión está en proceso en Telcor, entidad que aún no da respuesta.

Existe el temor de que ahora que el Instituto de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) es dirigido por Orlando Castillo, uno de los más cercanos colaboradores de Ortega, éste deniegue el permiso al canal.

Extraoficialmente se conoció que la decisión de sacar del aire el programa El 2 en la Nación, que era transmitido a las 6:45 de la mañana de lunes a viernes, “fue administrativa”, ya que supuestamente no estaban de acuerdo con la forma en que muchas veces Arellano se expresaba en el programa.

Sin embargo, otras fuentes que solicitaron el anonimato no descartaron presiones y amenazas que habrían recibido los empresarios Sacasa Pasos, y el mismo presentador, como consecuencia de los ataques contra el presidente Ortega y miembros de su gabinete.

Se mencionó que los dueños de Canal 2 procedieron a consultar con algunos de los miembros de su equipo sobre los pro y los contra de mantener el programa en ese medio de comunicación.

SE MANTUVIERON PRESIONES

Durante la semana que finaliza, personas que se identificaron como “cristianos de base” vinculados a los Consejos del Poder Ciudadano (CPC), organización paraestatal que tiene como su principal impulsora a la Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, se presentaron a las afueras de las instalaciones de Canal 2, LA PRENSA y El Nuevo Diario, con el argumento de demandar “el cese del mensaje de violencia y los ataques contra el programa de Gobierno” que desarrolla el presidente Ortega, lo que también habría incidido en la decisión de la administración de Canal 2.

Se conoció que los grupos eran dirigidos por el secretario político de Managua y una de las personas allegadas a Murillo, el concejal Edgardo Cuarezma, quien les facilitaba la logística y transporte a los “cristianos de base” para que oraran por estos medios de comunicación, en un intento para que bajaran “el lenguaje vulgar y soez” que según ellos se mantiene en los mismos, aunque en ningún momento hicieron referencia de visitar a los medios oficialistas.

Incluso, en días pasados, Arellano denunció que recibió amenazas no sólo de presionar para que le cancelaran el programa, sino también de muerte, por lo que tenía que cambiar de ruta todos los días para no mantener una rutina.

La campaña mantenida de forma sistemática en los medios oficialistas implicaba para Arellano, de acuerdo a una apreciación brindada hace unos días a LA PRENSA, una escalada de violencia que incluye la liberación de William Hurtado, asesino del periodista Carlos Guadamuz, que para el presentador implicaba un claro mensaje para que cualquier persona pudiera intentar agredir o incluso matar no sólo a él, sino a periodistas que laboran en medios de comunicación independientes.