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lunes, 12 de enero de 2009

Cambiar de dieta no es tan fácil

Cuando el hambre llega… ¿a quien se le antoja un plato de lentejas?

WASHINGTON, DC.- Hemos visto al enemigo, y está cargado de grasa, colesterol y calorías.

La mayoría sabemos que el pollo frito, el helado y las papas a la francesa no son buenos para nuestro cuerpo. Pero cuando el hambre llega, ¿a quién se le antoja un plato de espárragos o un tazón de lentejas?

El investigador de nutrición, doctor Neal Barnard, indicó que eligiendo la comida correcta podemos luchar contra los antojos. Aún mejor, señaló que una dieta baja en grasa y basada en legumbres puede reducir los niveles de colesterol y proteger a nuestros cuerpos de las enfermedades.

“Cambiar nuestra dieta es más poderoso de lo que la mayoría de nosotros jamás ha imaginado”, indicó Barnard.

“Si lo hacemos en la forma correcta, podemos lograr nuestro objetivo de perder peso, bajar nuestro colesterol, volvernos realmente saludables y vivir otra vez”, mencionó.

El fundador de 52 años, del Comité de Médicos por una Medicina Responsable, que promueve la medicina preventiva y la buena nutrición, ha escrito siete libros, incluyendo “Apague los genes de la gordura” y “Rompiendo la seducción de la comida: los motivos escondidos de los antojos”.

Barnard expresó que se siente frustrado por los doctores a los que se les hace más fácil escribir una receta de medicinas para reducir el colesterol, que decirle a un paciente que cambie su dieta, aún cuando estudios muestran que una dieta vegetariana puede detener, e incluso revertir, la diabetes y enfermedades cardiacas.

“En lugar de ver la dieta como terapia alternativa y las medicinas como terapia ortodoxa, debería ser al revés”, manifestó.

“Un padecimiento provocado por una mala dieta debe ser tratado modificando la dieta para convertirla en algo que armonice más con lo que es natural para nuestra especie”, agregó.

“El cuidado médico siempre tiene un papel, pero la más poderosa herramienta para una buena salud es la comida que ponemos en nuestro plato todos los días2, subrayó.

De acuerdo con Barnard, esa comida debe provenir únicamente de cuatro grupos, vegetales, -frutas, legumbres y granos enteros-. Deben omitirse los lácteos y la carne.

Y se debe ser cuidadoso con la comida que se ingiere. Ciertos alimentos, el chocolate, por ejemplo, tienen efectos opiáceos leves que pueden volverse adictivos.

Se les debe resistir eligiendo en cambio comida como, avena y frijoles que mantienen el azúcar estable a lo largo del día y reducen el hambre por horas.

“No queremos que nuestros hijos sean parte de una generación que se dirige a ser la generación menos saludable que hayamos tenido jamás. No tenemos que tener esposos, esposas o padres que se resignen a la enfermedad”, puntualizó.

Fuente;(El Universal)

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