Powered By Blogger

lunes, 19 de octubre de 2009

El vecino incómodo

Algunos pasajeros olvidan las buenas maneras, la cortesía y hasta la caballerosidad cuando se suben a un avión.

MÉXICO, DF.- El hombre que se sentó al lado de Carmen Santiago cayó dormido sobre su hombro durante un vuelo de Los Ángeles a Houston de dos horas y media. Ella no supo que hacer, así que sólo espero a que éste despertara.

Ronquidos, movimientos bruscos, olores desagradables y pláticas interminables son algunas de las actitudes que los viajeros señalan como molestas en sus vecinos de asiento.

"Algunos pasajeros olvidan las buenas maneras, la cortesía y hasta la caballerosidad cuando se suben a un avión", dice Anabel Ciunel, ex sobrecargo.

Ana Eloísa Zúñiga, experta en protocolo y etiqueta, coincide y recomienda, como regla básica, no monopolizar a los sobrecargos, pues son muchos los pasajeros que deben atender.

Además, explica una serie de medidas para hacer el viaje más placentero a los vecinos: no moverse demasiado o hacer ruidos innecesarios y tener discreción para maquillarse.

A Diana Serna, miembro de un grupo de Facebook sobre etiqueta y urbanidad, le molestan los pasajeros que se quitan los zapatos cuando tienen problemas de sudor.

"Que alguien se aplique perfume chillón en una silla de avión es fatal", añade.

Serna sólo tiene una recomendación: cuando la gente se encuentre con un vecino incómodo, debe indicarle de la manera más amable posible que su actitud resulta molesta.

"Y si eso no da resultado, acudir a las autoridades del avión, en este caso las auxiliares y el sobrecargo", puntualiza.

Los sobrecargos se topan con pasajeros poco considerados constantemente. Ciunel recuerda que, en una ocasión, un pasajero que medía alrededor de 20 centímetros más que ella le entregó su maleta para que la guardara en el compartimento superior.

"Desplacé, ligeramente y sin esfuerzo, una maleta para poder meter la del pasajero y muy amablemente y con otra sonrisa le dije: 'ahí puede guardar su maleta'", relata.

A veces, agrega, los viajeros en primera clase consideran, que por pagar un precio elevado, tienen derecho a todo.

Las reglas de seguridad de los aviones, como guardar las mesas durante el despeje y el aterrizaje y apagar celulares también molestan a los pasajeros.

"Algunos se ponen groseros y hasta agresivos aun cuando se les explican los motivos", comenta Ciunel.

En ese caso, la solución es decirles en voz alta, para que oigan los demás pasajeros, que no es sólo por su seguridad sino por la de todos.

"Así se sienten un poco comprometidos y deciden acatar la reglamentación", explica.

Para tomar en cuenta

Sigue estas sencillas reglas de consideración.

Si alguien intenta conversar contigo y no lo deseas, indícale cortésmente que tienes otras cosas que hacer.

No reclines tu asiento de forma abrupta, ya que puedes lastimar al pasajero de atrás si tiene la mesa desplegada.

Si viajas con niños, no permitas que corran o jueguen en el pasillo.

Si no puedes controlar el consumo de alcohol, evita tomar en el avión.

No hagas ruidos innecesarios.

Si te vas maquillar, lavar los dientes o perfumar, no lo hagas en el asiento, mejor en el baño.

Por seguridad, no enciendas aparatos electrónicos o celulares si la aerolínea no te lo ha indicado.

Sabías que...

Las normas de etiquetas son distintas dependiendo del país que se visite.

En los países budistas es de mala educación tocar la cabeza de otra persona, debido a que se considera la parte más sagrada del cuerpo.

Dejar los palillos dentro del tazón con arroz es considerado de pésima etiqueta en Japón.

En Rusia no se debe estrechar la mano de una persona si se está parado bajo el marco de la puerta, es decir, si uno se encuentra dentro de la casa y la persona afuera; significa que pueden pelearse en un futuro cercano.

En Medio Oriente, el sur de Asia y algunas partes de África, nunca se debe tocar la comida ni a la gente con la mano izquierda, ya que únicamente se utiliza para prácticas sanitarias.
impre.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario