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jueves, 16 de octubre de 2008

McCain pone a Obama a la defensiva

LIZ SIDOTI /AP
WASHINGTON

Esta vez John McCain mantuvo a Barack Obama a la defensiva.

El agresivo republicano trató por todos los medios de administrar un knockout a Obama en la noche del miércoles, objetando a cada momento a la veracidad, las conexiones y el historial de su rival demócrata.
Según estos indicadores, McCain ganó el último debate de la campaña del 2008.

Pero eso podría no ser suficiente.

McCain todavía necesita desesperadamente cambiar la trayectoria de unas elecciones que se inclinan significativamente a favor de Obama. Los votantes demócratas superan en número a los republicanos, la crisis económica ha favorecido la campaña de Obama, el presidente Bush es extremadamente impopular, la mayoría de los votantes piensan que el país ha tomado el camino equivocado, y el demócrata está a la cabeza de las encuestas en estados clave.

No hay mucho que McCain pueda hacer por su cuenta para cambiar el rumbo de las cosas. Pero él hizo todo lo que pudo.

"Usted no mantuvo su palabra'', recordó McCain a Obama, hablando del tema de aceptar financiamiento público, algo que Obama dijo que haría si el candidato republicano siguiera sus pasos.

McCain, evidentemente mejor preparado y definitivamente más agresivo que en los debates anteriores, llamó "guerra de clases'' al plan de impuestos de Obama, lo acusó de pedir dinero para proyectos que favorecen su propio distrito, y se mostró ofendido ante la frecuente afirmación de Obama de que McCain y Bush son una misma cosa. "Senador Obama, yo no soy el presidente Bush. Si usted quería postularse contra el presidente Bush, usted debería haberlo hecho hace cuatro años'', dijo McCain.

Con las elecciones a menos de tres semanas, la estación de los debates ha terminado y no hay más oportunidades importantes que puedan garantizar a McCain un público de decenas de millones de personas. Rico en recaudaciones, Obama ha comprado bloques de 30 minutos para anuncios en horas de máxima audiencia seis días antes de la elección; es posible que McCain no pueda permitirse lo mismo.

Durante los próximos 20 días, ambos candidatos perseguirán a los votantes que han dicho que aún podrían cambiar de opinión.

Son muchos --alrededor de un tercio del total de votantes--, pero McCain tendría que ganar más que Obama. No solamente él está en segundo lugar en las encuestas, sino que la base de votantes republicanos indudables es más pequeña que la base demócrata de Obama.

El reto que enfrenta el senador por Arizona es inmenso.

En la competencia por 270 votos de colegios electorales, Obama está bien a la cabeza en los estados en manos de los demócratas, y tiene un buen lugar, si no el mejor, en las encuestas hechas en bastiones republicanos. Si se echa un vistazo a la intensidad de las visitas de los candidatos y los anuncios televisivos, eso muestra que la competencia está teniendo lugar básicamente en estados que Bush ganó hace cuatro años --Obama visitará Missouri, North Carolina y Virginia este fin de semana. Sólo dos estados que el demócrata John Kerry ganó en el 2004, Pennsylvania y New Hampshire, están recibiendo una atención seria.

Los candidatos entraron a la estación de debates hace 20 días, prácticamente empatados en las encuestas en la competencia por la Casa Blanca.

Desde entonces, Wall Street se derrumbó, los mercados se desplomaron y el gobierno intervino, colocando a la economía (y las medidas del impopular presidente Bush) en primera plana en la mente de los votantes.
Fuente e Imagen;El Nuevo Herald.

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