Bianca Jagger: Si no actuamos, llegaremos al punto de no retorno con el cambio climático

Blanca Pérez Macías, Bianca Jagger, nació en Managua en 1950, un origen que reivindica siempre que se le pregunta como se definiría, "nicaragüense, defensora de los derechos humanos, de la justicia social, económica y del medio ambiente".

LA CORUÑA, España (EFE).- Recién llegada de la Amazonía, la defensora de los derechos humanos Bianca Jagger ha explicado todos los frentes que tiene abiertos en su labor: la abolición de la pena de muerte, el tráfico de mujeres y el desarme nuclear.

Pero, sobre todos ellos, prima la lucha contra el cambio climático y su influencia sobre la infancia, tema sobre el que han girado cinco conferencias que la ex esposa del líder de los Rolling Stones, Mick Jagger, pronunció esta semana en España.

Pregunta.- Acaba de llegar de Brasil de grabar un documental ¿De qué trata y cuál es su papel?

Respuesta.- Este documental, en el que somos siete protagonistas, propone una solución para poder afrontar el cambio climático. Cada una de nosotras aporta sus propuestas para atajar este problema, del que no podremos protegernos si no cuidamos el bosque más importante del mundo, el Amazonas, el pulmón del planeta.

P.- ¿Aún estamos a tiempo de hacer algo?

R.- La experiencia en Brasil me ha dado un aliento, esperanza de que podemos encontrar soluciones, pero, si no ponemos los medios, en diez ó doce años llegaremos a lo que los científicos llaman el punto de no retorno y no habrá vuelta a atrás.

P.- Usted ha dicho que no podemos desligar el "caos climático" de la pobreza y las migraciones ¿Ha calado esta idea en occidente o todavía lo vemos lejanos los efectos?

R.- No podemos desconectar un problema de otro. Para afrontar el calentamiento global tenemos que plantarle cara a la pobreza. No podemos pensar en hemisferio Norte y Sur como separados, no son dos planetas o dos universos, el de los ricos y los pobres, están interconectados.

P.- Pero las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y la dependencia del petróleo en países desarrollados sigue ahí ¿Ven lo gobiernos esta conexión?

R.- No sé si lo hemos entendido, pero lo estamos viendo. Hay claros ejemplos: migraciones, desastres naturales y aumento de la pobreza. Por eso, si no estamos dispuestos a embarcarnos en una revolución que dé un giro a esto, las consecuencias serán más graves, más perniciosas y más visibles y nos afectará a todos.

P.- ¿Deberían ser penalizados los países con pena de muerte o que torturen?

R.- Sí, debería haber reglas para penalizar, pero coherentes y consecuentes. Aquí no valen los dobles estándares. Durante años el Gobierno de George W. Bush criticó a países que violaban los derechos humanos mientras él los violaba todos de manera flagrante, eso es irónico.

P.- Espera usted mucho del nuevo presidente (electo) Barack Obama ¿Podrá cumplir esas expectativas?

R.- Tengo esperanza de que estas políticas cambien y que, como primera medida, cierre Guantánamo y le hago un llamamiento para que se comprometa a no emplear nunca más la tortura y a ratificar el nuevo protocolo de Kyoto.

P.- Crecen las voces discordantes con el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, ¿Cómo valora usted su regreso al poder?

R.- El Daniel Ortega de hoy no tiene nada que ver con lo que fue la lucha sandinista y su oposición a los Somoza. Hizo un pacto con un político de extrema derecha, Arnaldo Alemán, sólo por estar en el poder. Ahora los intelectuales se han separado de él y están siendo perseguidos. Por eso, espero que las personas que tengan influencia en España presten protección a las grandes víctimas de esta persecución como el padre Cardenal o los hermanos García Godoy.

P.- ¿Cree que alguna vez se podrá acabar con la inestabilidad política en América Latina?

R.- Mientras existan desigualdades tan profundas entre ricos y pobres siempre habrá posibilidad de movimientos populistas.

P.- La situación mundial ¿Podría agravar esas desigualdades?

R.- Yo espero, como dijo Sarkozy, que la crisis económica nos dé un nuevo planteamiento, alejado del actual capitalismo en el que organizaciones como el FMI y el Banco Mundial se han servido para explotar a los países pobres. Por eso, espero que esta crisis no sólo no represente una amenaza, sino sirva para reformular el sistema.

Blanca Pérez Macías, Bianca Jagger, nació en Managua en 1950, un origen que reivindica siempre que se le pregunta como se definiría, "nicaragüense, defensora de los derechos humanos, de la justicia social, económica y del medio ambiente" dice con el tono grave que la caracteriza.

Conferencias y visitas por los distintos proyectos financiados por alguna de las organizaciones, World Future Council o la Fundación Bianca Jagger para los Derechos Humanos, engullen la mayor parte de su vida.
Fuente e Imagen;La Opinion