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lunes, 15 de diciembre de 2008

Nicaragua, al borde del abismo

Por Lina Marcela Hernández S., reportera de El País.

Tras los comicios municipales, el país está en crisis pues la oposición habla de fraude y no acepta los resultados. El Congreso está paralizado. Análisis.

Desde el pasado 9 de noviembre, cuando se llevaron a cabo las cuestionadas elecciones municipales ganadas oficialmente por el Frente Sandinista, en Nicaragua se respira un ambiente tenso, marcado por las protestas de la oposición, las denuncias sobre la ilegalidad de los comicios y la arrogancia de un Gobierno que cada vez se acerca más a la dictadura.

Eso es lo que sostienen los analistas y expertos quienes ven en el presidente Daniel Ortega a un hombre intransigente que esta llevando al país a una crisis quizás irreversible.

Resultados polémicos

Aunque las elecciones municipales se llevaron a cabo el 9 de noviembre pasado, sólo hasta el 21 de ese mes el Consejo Supremo Electoral de Nicaragua, CSE, publicó los resultados oficiales.

Esos reportes dieron como ganador al Frente Sandinista de Liberación Nacional, Fsln, en 105 de los 146 municipios en disputa, incluida Managua, mientras que la alianza encabezada por el Partido Liberal Constitucionalista ganó 37 municipios.

La Alianza Liberal Nicaragüense obtuvo victorias en cuatro ayuntamientos, de acuerdo con los resultados definitivos, suministrados por el poder electoral, sin precisar con cuántos votos ganaron los sandinistas y con cuántos perdieron los opositores.

“Esa falta de claridad desencadenó protestas de la oposición que argumenta que antes, durante y después de los comicios los jueces electorales permitieron un fraude masivo. Se pidió un recuento de votos, pero el Gobierno ha hecho caso omiso”, sostiene desde Managua el analista Luis Lozano.

La inconformidad es tanta que en la capital ‘nica’ ya se han llevado a cabo marchas simultáneas de la oposición y del oficialismo e incluso se han registrado varios choques entre quienes desconocen los resultados de las elecciones y quienes apoyan al Gobierno.

“No sólo hablamos de protestas sociales. Ya en las esferas políticas se ve que muchos diputados, del mismo Frente Sandinista, reconocen que los comicios carecen de legitimidad y se está pidiendo una revisión o incluso repetir las elecciones”, agrega Lozano.
El problema también ha tocado las puertas del Congreso que se encuentra paralizado desde hace poco más de un mes, como consecuencia de la falta de claridad del Consejo Supremo Electoral. Pese a los intentos por lograr un quórum, el legislativo no ha podido sesionar ni discutir varios proyectos económicos cruciales.

“Vamos a prorrogar el tiempo para que los diputados de la oposición que se niegan a sesionar, lo piensen mejor”, afirmó René Núñez, el presidente del Legislativo.

Sin embargo, ya dos diputados cercanos a Ortega impulsan un proyecto para anular las elecciones.

“Se debe proceder a un recuento de votos. Es sano, por la situación de desconfianza que se ha incrementado”, dijo Agustín Jarquín, del Fsln.

“Perdí 50 años de mi vida, lo que está viviendo Nicaragua es un desmadre total y para mí se debe a situaciones irregulares del CSE”, aseveró la diputada Miriam Argüello.

Repercusión internacional

Mucho antes de las elecciones municipales, la comunidad internacional había denunciado las irregularidades en el proceso electoral en Nicaragua.

La OEA presentó una queja formal pues los observadores tuvieron muchos problemas para ingresar al país y seguir de cerca los comicios.

“Pero lo más crítico es que EE.UU. y la Unión Europea ya impusieron sanciones al Gobierno y todo esto se ha derivado del tema de los comicios”, advierte el analista Alejandro Vargas.

Es que con el congelamiento de las sesiones en el Congreso nicaragüense, muchos proyectos se han quedado sin debate o aprobación, entre ellos la elección de los miembros de los consejos directivos del Banco Central de Nicaragua y del Banco de Fomento para la Producción, ley de costas, ley de vivienda digna y una reforma a la ley de identificación ciudadana.

Según los analistas, lo más preocupante es que muchas de esas leyes son las que el Fondo Monetario Internacional le está exigiendo al Gobierno para desembolsar US$25 millones a Nicaragua. Adicionalmente, EE.UU. sancionó a Nicaragua con la suspensión del programa Cuenta Reto del Milenio lo que perjudicará a unos 37.000 ciudadanos.

“Ortega está llevando al país a un extremo muy arriesgado. Nicaragua necesita inversión extranjera y para eso se requiere generar confianza y no se está logrando”, asegura Vargas.

“La gente sale a las calles porque no está contenta con el Gobierno. Durante la presidencia de Ortega ha aumentado la miseria y la desocupación”, dice el ex canciller nicaragüense Emilio Álvarez.

No es la primera vez que el Gobierno nicaragüense enfrenta una crisis. Ya durante este año, Ortega ha sido cuestionado por su posición frente a las Farc, por sus intentos para “aplastar” la oposición y por grupos feministas quienes le reclaman por presuntamente haber abusado de su hijastra.

Pero a juicio de los expertos, la crisis generada por los recientes comicios revela que si al Gobierno no lo doblega la presión internacional, muy poco es lo que pueden hacer los opositores.

Parálisis

La parálisis en la Asamblea Nacional mantiene congelada una reforma al presupuesto para 2008, que reasignará partidas a otros gastos; además de la aprobación del presupuesto del 2009.

También la ratificación del acuerdo entre Unión Fenosa y el Gobierno de Managua, préstamos, ley de costas, ley de vivienda digna y una reforma a la ley de identificación ciudadana.

Otro asunto que ha quedado pendiente es la elección de los consejos directivos del Banco Central de Nicaragua y del Banco de Fomento para la Producción.

Fuente e Imagen; El Pais-Cali .

http://www.elpais.com.co/paisonline/notas/Diciembre142008/inter1.html

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