¿Autocompasión o responsabilidad?

Por: Harumi Puertos

Cuando no nos sentimos responsables de nuestra propia vida y culpamos a los demás de nuestra desdicha o de nuestros fracasos, es entonces cuando aparece la autocompasión.

Cuando nos proponemos y brotan obstáculos o simplemente nuestro proyecto falla, empezamos a generar en nosotros una serie de sentimientos y pensamientos inútiles, tales como:


"Todo me sale mal"

"Nadie me ayuda"

"Dios no lo quiso, era mi destino"

"No era para mi"

Y estos pensamientos llevan consigo una serie de emociones como la tristeza, desolación, angustia, depresión, coraje, rencor, resentimiento, envidia y sobre todo: autocompasión. Porque sentimos que la vida, Dios y nuestra familia, no nos apoyan como nosotros esperamos. Sentimos que todo se nos está negando y que nuestro destino es estar mal, carentes de todo porque "eso es lo que nos tocó vivir".


Cada obstáculo, cada error, cada falla, no es señal de que lo que buscamos no es para nosotros. Es señal de que hay un error y debemos corregirlo para continuar en el camino en el que ya estamos, es decir, corregir y continuar, no cambiar y empezar desde cero otra vez. Un error es nuestra oportunidad para perfeccionar lo que estamos haciendo, es nuestra oportunidad de mejorar y aprender ¿Por qué no lo aceptamos así?.