Medio ambiente

Las amas de casa pueden salvar el mundo
No hace falta convertirse en una militante para dejar de contaminar y gastar recursos naturales. Empecemos por nuestro hogar y cuidemos la tierra para nuestros hijos.
Con la emisión de gases contaminantes hacia la atmósfera cada día dañamos la capa de ozono que nos protege de las radiaciones solares nocivas y mantiene la temperatura del planeta. Malgastando agua, energía y combustible vamos terminando con las reservas naturales que nos permiten seguir viviendo. Usando materiales y sustancias no degradables, enfermamos la tierra y el agua. A pesar de todo esto, seguimos buscando culpables en los otros sin hacernos cargo del daño.

La acción debe ser paralela: mientras exigimos a los gobiernos y a los poderosos del mundo medidas urgentes que frenen el daño ambiental que produce calentamiento global y desastres naturales, debemos mirar hacia adentro para ver qué podemos hacer en nuestras casas, barrios y ciudades, con nuestra familia, amigos y vecinos para dejar de asesinar a nuestro planeta y los recursos que en él tenemos.

Nuestro aporte no es menor: por cada kilovatio-hora (kWh) de electricidad que podamos ahorrar, se evita la emisión de aproximadamente 800 gramos de dióxido de carbono (CO2), uno de los gases que producen efecto invernadero. Tampoco requiere de talento o sacrificios porque simplemente con un correcto mantenimiento de nuestra casa, cerrando canillas o comprando con inteligencia estaremos produciendo, casi sin darnos cuenta, este ahorro.

La siguiente es una guía muy básica de todo lo que podemos hacer para ayudar a frenar el colapso de nuestro medio ambiente, usted podrá encontrar, seguramente, muchas estrategias más. Si todas nos comprometemos, nuestros nietos y los bisnietos de ellos seguirán teniendo un planeta para vivir. Caso contrario, dejemos de echarle la culpa a los demás porque también nosotras hemos aportado a la destrucción del planeta.

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